Comencé a analizar las distintas alternativas, apliqué a la lotería de visas por diversidad, investigué sobre visas de inversionista, visas de estudiante, visas de au pair, visas de trabajo... hasta que encontré un tipo de visa basada en empleo que es muy poco conocida pero muy enriquecedora: era la oportunidad de obtener mi residencia permanente. Las otras opciones o estaban muy lejos de mis posibilidades (como la de inversionista), implicaban demasiado azar (la lotería) o eran una solución a corto plazo (estudiante, au pair, trabajo como h1b). 

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Conocí la Visa EB3 y me encontré con una agencia que no solo se dedica especialmente a asesorarte en cada paso del proceso, sino también tiene un listado con empresas patrocinadoras listas para recibirte en esta nueva aventura.